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Martí y Bolíva, dos grandes de América

Martí y Bolíva, dos grandes de América Harto difícil resulta hacer paralelismos entre figuras históricas que resistan el análisis científico, por ejemplo, entre Bolívar y Martí. Existe una obvia e importante disimilitud que lo impide: ambos vivieron en diferentes tiempos históricos. Pero el sueño de unidad del Libertador, el padre de los pueblos, encontró abrigo en el Caribe Insular. Durante la segunda mitad del siglo XIX, un hombre de ideales llamado José Martí, cubano por demás, enarboló este concepto.
En su ensayo Nuestra América expresó:
“Los pueblos que no se conocen han de darse prisa para conocerse, como quienes van a pelear juntos…Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes”.
Justamente el 28 de octubre de 1893, al pronunciar un discurso en la Sociedad Libertaria Hispanoamericana en honor a Simón Bolívar, Martí lo cataloga como “príncipe de la libertad”, y casi de inmediato sentencia: “¡Oh, no! En calma no se puede hablar de aquel que no vivió jamás en ella: ¡de Bolívar se puede hablar con una montaña por tribuna, o entre relámpagos y rayos, o con un manojo de pueblos libres en el puño, y la tiranía descabezada a los pies...!”.
En la misma pieza oratoria, poco después de hacer referencia a las miserias humanas que llegan a poner en peligro las ansias libertarias de las masas populares, Martí alerta:
“¡Pero así está Bolívar en el cielo de América, vigilante y ceñudo, sentado aún en la roca de crear, con el inca al lado y el haz de banderas a los pies; así está él, calzadas aún las botas de campaña, porque lo que él no dejó hecho, sin hacer está hoy; porque Bolívar tiene que hacer en América todavía!”.
Y en la propia ocasión, no demora Martí en aclarar: “La independencia de América venía de un siglo atrás sangrando: --¡ni de Rousseau ni de Washington viene nuestra América, sino de sí misma--!”.
Una de las mejores formas de rendirle tributo perenne a José Martí es enarbolando pasajes de su brillante interpretación acerca de Simón Bolívar, pues de ese modo se puede comprender mejor el porqué en la actualidad se habla de presencia eterna de ambos próceres.
Si bien es cierto que todavía está por llegar el momento en que podamos apreciar a “un manojo de pueblos libres en el puño, y la tiranía descabezada a los pies”, también es realidad palpable que “está Bolívar en el cielo de América, vigilante y ceñudo”, orientando a nuestros pueblos acerca de lo que es impostergable. Y los frutos se incrementan.
Ya no es sólo la Revolución martiana en Cuba desafiando al “Norte revuelto y brutal”, y descubriendo la manera de convertir en realidad la mismísima utopía. Ya no es sólo la Revolución bolivariana en Venezuela demostrando que sí se pueden revertir las desgracias, y cada día más y mejor responde a las necesidades de su pueblo. Hay nuevos ejemplos.
Para confirmar que “viene nuestra América... de sí misma”--, de las manos de Simón Bolívar y de José Martí se refleja la antagónica contradicción existente entre el proyecto yanqui de Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA), he aquí la expresión de puro y nuevo Latinoamericanismo.
Al ALBA, lo más cercano a los ideales de ambos próceres y a sus hambres frenéticas de libertad, nos convocan los paradigmas martiano y bolivariano ante los desafíos globales del nuevo milenio. Los versos dirigidos a Bolívar resuenan en los oídos de América:
Acabó tu violencia amando sin remedio.
Repartiste entre todos la victoria
y un sueño de países tomados de la mano.
Quisiste armar la paz con letras, libros
quemar la guerra con su propio fuego;
quisiste hacernos hombres
¡no soldados!

1 comentario

rolando -

“FELICIDADES”

que la pases bien.